Nos acercaremos brevemente a las características de este poco conocido glaciar que se encuentra en el final de esta gran isla, mencionando además la vegetación que lo rodea.
El glaciar Nueva Zelanda corresponde a lo que se denominaría un glaciar de valle, este se encuentra en la Cordillera de Darwin, específicamente en el fiordo Parry y es uno de los más de 26 mil glaciares existentes en Chile. Este glaciar tiene 15,15 km2 y colinda con otros glaciares sin nombre, encontrándose cerca de los glaciares Darwin A-B-C. Presenta una lengua que desciende desde la montaña, la que termina al pie del glaciar y forma una laguna proglacial que se encuentra encerrada por un antiguo depósito de sedimentos rocosos en la zona de deshielo del glaciar o también conocido en glaciología como morrena frontal, que ya está cubierta con una vasta vegetación.
Para llegar a él, es necesario navegar desde Caleta María por el Seno Almirantazgo por algunas horas y luego, realizar una caminata entre la vegetación y las antiguas morrenas de este glaciar que se divisa tímidamente desde el fiordo.
Este glaciar, corresponde a uno de los tantos macizos de los cuales tanto su información científica como turística es escasa. Esto posiblemente se debe a que se encuentra en una zona muy remota como lo es la Cordillera de Darwin, además de ser solo uno de los 26 mil registrados en Chile. Es de especial interés que pese a que es conocido por los locales y operadores turísticos de la zona, este no presente toponimia (nombre) en el inventario de glaciares realizado por la Dirección General de Aguas (DGA). Este caso se repite en la mayoría de los glaciares de esta cordillera, los que no presentan un nombre propio, contribuyendo al anonimato de estos.
La historia a través de la colonización vegetacional
Pese a que los estudios de carácter glaciológico son escasos, existen acercamientos de estudios vegetacionales relativos a la colonización vegetacional luego del retroceso glaciar. Estos, describen especies como el arbusto rastrero Murtilla (Empetrum rubrum), entre los árboles, podemos encontrar especies como el Ñirre (Nothofagus antartica) y Coihue magallánico (Nothofagus betuloides). Donde este primero sería un colonizador más eficiente que el segundo, hallándose así en lugares más cercanos al glaciar y en mayor cantidad.
La importancia de asociar la colonización de vegetación y el glaciar radica en que la vegetación corresponde a una evidencia indirecta de oscilaciones pasadas y el retroceso del glaciar otorgando así información sobre la historia natural de la Cordillera de Darwin y su dinámica glaciológica.
La falta de información y el poco reconocimiento de los glaciares chilenos es una situación preocupante. A pesar de ser uno de los países con mayor cantidad de glaciares en el mundo, la información disponible es muy limitada. La región de Magallanes es conocida por albergar algunos de los glaciares de mayor extensión y emblemáticos de Chile, sin embargo, esto no significa que el resto del país carezca de crioformas importantes. Es necesario hacer un esfuerzo por inventariar, estudiar y proteger estos ecosistemas vitales para nuestro país y para el planeta en su conjunto. La falta de reconocimiento de los glaciares chilenos solo agrava su vulnerabilidad frente al cambio climático y otros impactos humanos.
Imagen Destacada:
- Glaciar Nueva Zelanda, Cordillera Darwin, región de Magallanes y la Antártica Chilena./ ©Erasmo Cifuentes. Link ubicación