LOUIS LLIBOUTRY
LOS APORTES DEL PADRE DE LA GLACIOLOGÍA MODERNA EN CHILE
En la biblioteca del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares (WGMS) en Suiza, los libros de consulta glaciológica se dividen por regiones. En la región perteneciente a los glaciares chilenos y argentinos, hay un libro editado por la Universidad de Chile y que data de 1956. A pesar de la antigüedad, el libro no ha perdido vigencia. Es más, se considera como un libro de cabecera. El libro se titula “Glaciares y nieves de Chile: fundamentos de glaciología”. Aquel libro fue escrito por el físico y glaciólogo francés Louis Lliboutry tras su paso por estas tierras a mediados del siglo XX.
“Glaciares y nieves de Chile” se considera como el primer tratado de glaciología moderna. La obra resume la física de la nieve y los glaciares. Además, brinda detalladas descripciones de los glaciares chilenos y del resto del mundo, otorgando orientaciones teóricas y metodológicas para el estudio de la criósfera (o ambientes congelados del planeta). De hecho, después de publicar “Glaciares y nieves de Chile”, a Lliboutry se le denominó el padre de la glaciología moderna. “Glaciares y nieves de Chile” no solo abordó el comportamiento físico de la nieve y del hielo, sino que también el impacto de los glaciares en el paisaje y el cambio de superficie glaciar alrededor del planeta durante la primera mitad del siglo XX.
La figura de Lliboutry dentro de las ciencias de la criósfera es transcendental. Por eso se advierte que en este escrito solo se hará un breve repaso por la figura del francés. Acá destacaremos sólo algunos de los principales aportes que hizo Lliboutry al conocimiento de los glaciares chilenos.
Un físico francés en la Universidad de Chile
Louis Lliboutry llama la atención por varios aspectos. Uno de ellos se relaciona con su entrega casi total al desarrollo del conocimiento científico. Lliboutry llega a Chile en 1951. Específicamente al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile de la mano del decano don Juan Gómez Millas. La idea de Gómez Millas fue promover la investigación de la ciencia física entre estudiantes de pedagogía. De esta forma Lliboutry arriba al Instituto Pedagógico para hacerse cargo del Laboratorio de Física.
Sin embargo, la infraestructura institucional no era la esperada. Ante la dificultad, el francés asumió el desafío de adecuar por sí mismo las instalaciones del laboratorio para garantizar la correcta ejecución de experimentos básicos. Las dificultades materiales se sumaron a otro problema. En un muy buen libro de Lliboutry, escrito recientemente por Marc Turrel, se explica que además de los problemas de infraestructura se sumaba otro inconveniente casi insoslayable: la poca motivación de los estudiantes a los temas físicos.
Ante la falta de infraestructura y desmotivación estudiantil, Lliboutry comenzó a pensar en una nueva estrategia de trabajo. Lliboutry, quien contaba con una vasta experiencia como montañista en los Alpes europeos, propuso a Gómez Millas implementar el “Centro de Investigaciones de Glaciología”, dependiente institucionalmente de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. Dicho Centro le permitiría a Lliboutry llevar a cabo expediciones a lo largo de los Andes. Asimismo, le permitiría ejecutar experimentos físicos en glaciares y elaborar cartografías asociada a los hielos. El decano de la facultad aceptó la propuesta y brindó todo el apoyo formal. Sin embargo, el Centro de Investigaciones de Glaciología de Lliboutry sumó otra dificultad. Esta vez figuraban los escasos recursos para llevar a cabo las expediciones.
Lliboutry se las ingenió para establecer colaboraciones con grupos de montañistas nacionales e internacionales. Dichas colaboraciones le permitieron ejecutar investigaciones y expediciones tanto en Chile como en Argentina. Lliboutry estableció lazos de cooperación con entidades públicas y privadas para llevar a cabo algunos proyectos icónicos. Uno de esos proyectos fue el Observatorio de Alta Montaña Infiernillo en los terrenos de la Mina Disputada de Las Condes, comuna de Lo Barnechea. En la cordillera de Santiago, Lliboutry buscaba desarrollar un lugar que le permitiese levantar datos relativos a meteorología, rayos cósmicos y glaciología. Todo en la alta montaña que custodia la ciudad de Santiago. A pesar del convenio conseguido por Lliboutry y de los avances en la construcción del observatorio, la idea no prosperó y la infraestructura quedó -hasta donde sabemos- sin utilizar.
Lliboutry y la cartografía nacional
Durante 1944 y 1945, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, la fuerza aérea estadounidense realizó una serie de vuelos sobre el territorio chileno para fotografiar su superficie. El proyecto se denominó Trimetrogon y permitió el levantamiento sistemático de información de los Andes chilenos desde el espacio por primera vez. Lliboutry estudió las fotografías del proyecto Trimetrogon y comparó las imágenes con la cartografía existente en ese momento. Una de las primeras cosas con que se encontró Lliboutry fue la existencia de una precaria cartografía cordillerana. Los mapas oficiales se caracterizaban por su falta de precisión en términos de localización, altitud y toponimia. De hecho, el propio Lliboutry menciona sobre la cartografía fronteriza de Chile central:
«Esta carta en cuatro colores, sin curvas de nivel, hoy día agotada, no fue prácticamente modificada desde los tiempos de Risopatrón. En la región que nos interesa hay notables errores topográficos (…) Por otra parte prácticamente ningún glaciar figura en este mapa, aun cuando hay unos 1200 km2 de glaciares entre 33° y 35° S.» (Lliboutry, 1956, p.248-249)
La falta de datos y los groseros errores de los mapas nacionales, llevaron a Lliboutry a querer mejorar y actualizar buena parte de la cartografía chilena (y también argentina). Particularmente se enfocó en desarrollar la cartografía de los Andes centrales y Patagónicos. Para esto utilizó las imágenes del vuelo Trimetrogon, fotografías y relatos de montañistas y fue personalmente a levantar datos topográficos con su teodolito. Las imágenes del proyecto Trimetrogon sirvieron a Lliboutry para establecer los primeros mapeos detallados de los glaciares. También esos registros se han ocupado para conocer cuánto y cómo han cambiado los glaciares desde mediados del siglo XX a la fecha.
*Luis Risopatrón Sánchez (1869-1930) fue un ingeniero geógrafo e ingeniero civil hidráulico chileno. Trabajó confeccionando la cartografía fronteriza de Chile.
*El teodolito es un instrumento usado en topografía para medir ángulos verticales y horizontales.
Aportes de Louis Lliboutry al estudio de los glaciares chilenos
Lliboutry confeccionó mapas sumamente detallados para los Andes chilenos. En ellos plasmó -y corrigió- la altitud de las montañas, la toponimia de los lugares y, por supuesto, la cobertura glaciar andina. Gracias a los mapas de Lliboutry realizados a mediados del siglo XX hoy podemos saber cuánto han retrocedido los glaciares y cuanta superficie glaciar ha perdido Chile central y Patagonia.
En Chile central, Lliboutry recorrió y mapeó la cordillera central de Chile central desde las secciones del Nevado Juncal (32° S) hasta el volcán Palomo (34° S). Añadió a la cartografía las rutas de acceso a las cumbres y una clasificación de dificultad para su ascensión. Tan novedoso fue el trabajo de reconocimiento glaciológico de Lliboutry, que en 1955 el propio francés lidera la primera expedición científica a los glaciares de la cordillera de la región de O’Higgins. Lliboutry, viendo las fotografías de 1944, notó la existencia de un glaciar de casi 30 km2 en la cordillera de San Fernando. Dicho glaciar nace desde el volcán El Palomo y es parte de las masas de hielo más grandes de Chile central. Lo interesante es que este glaciar no estaba en los registros de nadie. Ni siquiera en los registros del propio dueño del terreno. Así Lliboutry junto a dos estudiantes de geología, llegan a uno de los glaciares más extensos del centro del país. Lo estudian. Lo recorren. Y lo bautizan. El glaciólogo decide nombrar “Universidad” al cuerpo de hielo en honor a la casa de estudios que lo había recibido y apoyado.
Durante 1952 Lliboutry inicia su trabajo en Patagonia. Ese mismo año se sumó a la expedición francesa que hizo el primer ascenso al monte Fitz Roy en Argentina. Lliboutry solicitó unirse a la expedición con el afán de levantar información topográfica y glaciológica. La expedición fue exitosa y Lliboutry levantó información que hasta ese momento no tenía siquiera el gobierno argentino. El mapeo de Lliboutry en Patagonia no cesó con el ascenso al Fitz Roy. Lliboutry identificó que “(…) los glaciares y sobre todo los campos de hielo Patagónicos han sido muy mal representados” (Lliboutry, 1956, p.357), por lo cual se propuso confeccionar los primeros mapas detallados de los glaciares patagónicos.
Lliboutry propone denominar Hielo Patagónico Norte (actual Campo de Hielo Norte) y Hielo Patagónico Sur (actual Campo de Hielo Sur) a los campos de hielo separados por río Baker, Bravo y Pascua. En su cartografía identifica y caracteriza los glaciares efluentes de los Hielos Patagónicos. En algunos casos, como en el glaciar Grey, Lliboutry logra calcular la velocidad del hielo utilizando la distancia recorrida por las rocas depositadas sobre el glaciar entre 1946 y 1956. Así, Lliboutry explica por primera vez que el movimiento del glaciar Grey es de 450 m/año. Además del mapeo del monte Fitz Roy, Lliboutry cartografía el monte San Valentín (el más alto de Patagonia con 3.910 msnm) y el Macizo del Paine. Unas verdaderas obras de arte. Mucha de la información levantada y propuesta por Lliboutry respecto a los glaciares patagónicos ha sido oficializada por entidades como el Instituto Geográfico Militar.
En resumen
Lliboutry es una de las figuras de las ciencias de la criósfera más importantes del mundo. Y buena parte de su trabajo lo desarrolló en Chile. El francés es de esas figuras desconocidas que tienen todo el mérito para merecer fama y reconocimiento. Sus aportes son valiosos hasta el día de hoy. No solo en el campo de la glaciología, sino también en la forma de enfrentar situaciones complejas en base a convicciones y pasión.
Si la figura de Louis Lliboutry les pareció interesante, quisiéramos recomendar un libro que ha sido publicado recientemente. El hombre que descifró los glaciares: Louis Lliboutry (2019) de Marc Turrel, una maravillosa compilación sobre la trayectoria y obra de Lliboutry. Actualmente el libro está disponible en formato PDF y de forma gratuita a través de la página web de Aguas Andinas. En aquel libro encontrarán parte de los mapas y fotografías originales de Lliboutry. La obra de Turrel ofrece un conjunto de fotografías de glaciares que datan de mediados del siglo XX y que son comparados con el presente. Además, cuenta con relatos de personas cercanas al científico. Sin lugar a duda un texto imperdible para las y los amantes de la ciencia y los glaciares.
Fuentes:
- Turrel, M., 2019.El hombre que descifró los glaciares: Louis Lliboutry. Ed. Aguas Andinas – Universidad de Chile, p.291. Disponible online: Link
- Lliboutry, L., 1998. Glaciers of Chile and Argentina, in: Richards, W., Ferrigno, J. (Eds.), Satellite Image Atlas of Glaciers of the World – South America. U.S. Geological Survey, Washington D.C., p. 229.
- Lliboutry, L., 1958. Studies of the shrinkage after a sudden advance, blue bands and wave ogives on Glaciar Universidad (Central Chilean Andes). Journal of Glaciology 3, 261–270.
- Lliboutry, L., 1956. Nieves y glaciares de Chile. Fundamentos de Glaciología. Ed. Universidad de Chile, p. 470.
Imagen Destacada:
- Louis Lliboutry con su teodolito en la expedición al Fitz Roy, El hombre que descifró los glaciares: Louis Lliboutry / © Marc Turrel (2019).