El Glaciar Tyndall, unos de los Glaciares más extensos del Campo de Hielo Patagónico Sur, se ubica en el Parque Nacional Torres del Paine en su margen y límite oeste, colindando con el Parque Nacional Bernardo O’Higgins. Cuenta un área total de 331 kilómetros cuadrados y una extensión aproximada de 30 kilómetros, posee dos brazos, uno de ellos muy definido que cae hacia el Lago Geike, y el brazo oriental hacia el Lago homónimo, en el cual, ya perdió contacto directo de la masa de Hielo con el lago. Hace millones de años, cuando la Patagonia estaba cubierta por el mar y la zona donde hoy está el Glaciar Tyndall estaba cerca de la costa marina, es hoy en la practica un museo natural de paleontología, demarcando de manera extraordinaria los saurios marinos más australes del mundo, de lo que nunca se creyó, pudiesen ser encontrados tan al Sur del planeta. Es el caso de los Ictiosaurios (“Lagartos peces” con forma de delfines, fue una especie de reptil marino que vivió en la era mesozoica desde el Triásico inferior hasta su extinción en el Cretácico Superior, hace 245 millones de años), cuyas marcas fosilizadas quedaron plasmadas en diferentes lugares de la zona periglaciar del Tyndall. En la medida en que el Glaciar retrocede de su posicionamiento, va dejando a la vista el rastro de una fauna marina alguna vez abundante y que, por razones de actividad geotectónica, estas especies fueron quedando atrapadas por grandes cataclismos y desplazamientos de la corteza terrestre, quedando plasmadas y depositadas en el fondo marino, cubiertas por el lodo y en un ambiente sin oxígeno que permitió su conservación y la oportunidad de ser observadas en el lugar en donde perecieron.
Actualmente toda la zona del Glaciar Tyndall está cerrada a actividades turísticas, exceptuando los procedimientos que impliquen actividades científicas y respectivas al estudio de los fósiles que se conservan en la zona. El glaciar Tyndall es hoy un foco de observación y exploración de ictiosaurios importantísimo a nivel mundial, y con el cual se busca descifrar una de las más grandes interrogantes de la ciencia, cómo y por qué evolucionaron los ictiosaurios.