Los glaciares son una de las expresiones más sublimes de la naturaleza. El escritor chileno Francisco Coloane describe los paisajes del reino de los hielos como lugares fascinantes, de inconmensurable grandeza, soledad y surrealismo. Y también de peligros, por cierto.
Además de estas adictivas características, el paisaje glacial nos ofrece una serie de pistas para reconstruir y así entender cómo ha sido la evolución de los gigantes de hielo a lo largo del tiempo geológico. Estas evidencias se encuentran impresas en el paisaje y son utilizadas por los científicos para estudiar el pasado, presente y el futuro de los glaciares y de sus paisajes. Cabe recordar que los glaciares son claves indicadores climáticos, por lo cual, sus cambios nos hablan también de los cambios del clima de la Tierra. Hay excepciones a la regla, pero eso quedará para otra publicación .
Los glaciares son grandes volúmenes de hielo que al moverse dejan impresas sus huellas en el paisaje. Una de las huellas más representativas y estudiadas son las morrenas. Las morrenas se generan por el transporte y deposición de sedimentos en los márgenes del hielo. En este sentido las morrenas son claves para entender la extensión y comportamiento del hielo en el tiempo y el espacio.
El tipo de morrenas varían notablemente en su origen, aspecto, tamaño y composición. En esta publicación revisaremos en términos generales algunas de las principales morrenas originadas en el momento de avance y retirada de los glaciares. Sólo en términos generales, pues el estudio detallado de solo un tipo de morrena demandaría una tesis entera. Quizás dos.
Cuando los glaciares avanzan
Cuando los glaciares cuentan con las condiciones climáticas óptimas para su crecimiento, avanzan generalmente en el sentido de la pendiente y remueven todos los obstáculos que hay en su camino. Semejante a los efectos paisajísticos que dejaría el paso de un gigantesco bulldozer.
Una de las morrenas más comunes, son las morrenas laterales. Tal como dice su nombre, las morrenas laterales se forman a los costados del flujo del hielo. Por lo tanto, marcan la altura de los lados del glaciar. En el caso de los glaciares ubicados en ambientes montañosos, las morrenas laterales más antiguas usualmente se encuentran adosadas a las paredes de los valles. En las partes más altas de las morrenas laterales es común encontrarse con grandes bloques rocosos transportados y erosionados por el hielo. Es posible que algunos bloques esten embebidos o encajados en la parte superior de la morrena y evidenciar signos de erosión. Los signos de erosión glacial en los bloques se pueden representar como un notable pulimiento, por ejemplo. Esas pistas ayudarían a reconocer si el bloque -algunos del tamaño de una casa- fue transportado y erosionado por el glaciar en el pasado.
El límite máximo de la extensión del avance de los glaciares, lo marca la morrena terminal. Las morrenas terminales se producen en el extremo del glaciar y usualmente muestran una forma lobulada, reflejando de esta manera la silueta del hielo en el momento de la deposición. Durante la retirada del glaciar, o sea en el deshielo, la morrena terminal tiende a ser seccionada por las aguas originadas por el derretimiento.
Otras morrenas que se caracterizan por su belleza, son las morrenas mediales. Propia de los glaciares que serpentean a lo largo de valles, las morrenas mediales evidencian la confluencia de dos lenguas de hielo diferentes. Cada una de las lenguas moviliza sedimentos en sus partes laterales. De esta forma cuando se encuentran generan una distribución de sedimentos superficiales paralela al flujo del hielo. Mucha gente no ha notado que el billete chileno de $10.000 pesos en su parte trasera grafica excepcionalmente lo que es una morrena medial.
Cuando los glaciares comienzan a morir (como lo es hoy)
Cuando los glaciares pierden masa debido a una falta de condiciones climáticas apropiadas a su crecimiento, mantención, o lo que en términos prácticos significa menos acumulación de nieve en las partes altas, estos comienzan a adelgazar y a estancarse. En ocasiones el adelgazamiento del hielo provoca un colapso de las morrenas laterales. Esto ocurre por el descongelamiento de las laderas y por el “relajamiento” que sufren las morenas laterales una vez que el hielo desaparece. Además, durante el adelgazamiento, todos los sedimentos que el glaciar tenía en su interior, en sus entrañas, comienzan a aparecer y a acumularse en la superficie del hielo.
En paralelo el estancamiento del glaciar promueve su desintegración en trozos de hielo con tamaños variables. Durante el proceso de desintegración y movilización de estos trozos de hielo, aparecen en la superficie del glaciar, sedimentos que vienen desde su lecho.
Todo este proceso genera que, durante la muerte lenta de los glaciares, estos comiencen a cubrirse de escombros. La huella del proceso en que el hielo va desapareciendo bajo una cobertura de sedimentos caóticamente distribuidos, se denomina morrena de ablación.
Si bien existen varios otros tipos, en esta publicación se ha procurado dar cuenta sólo de las morrenas más comunes y utilizadas para comprender y reconstruir la evolución de los glaciares durante tiempo. En Chile, a lo largo de toda la cordillera de los Andes, es posible encontrar registros morrénico con sorprendentes grados de conservación. Sólo se debe procurar afinar el ojo, entrenarlo y comenzar a identificar las huellas de los antiguos glaciares. Es una invitación a conocer y profundizar el conocimiento sobre la historia glacial del país. Pues como dicen por ahí “lo que se conoce se quiere y lo que se quiere se cuida”
Autor: Hans Fernández Navarro, Doctor en Geografía, Pontificia Universidad Católica de Chile
Libro recomendado de Coloane: Los conquistadores de la Antártida
Para saber más se sugiere ver “Why slow glaciers can sometimes surge as fast as a speeding train – wiping out people in their path” disponible en Youtube.
Foto de portada: Morrena terminal Glaciar rocoso del Valle del Silencio, Parque Nacional Torres del Paine. Por Richards Zamorano.
Muchas gracias !!