La zona centro de nuestro país alberga paisajes maravillosos, desde la costa hasta la alta montaña, siendo el cerro el Plomo una de las topografías más prominentes en la zona central con 5424 msnm. El cerro el Plomo forma parte de la cordillera, en la zona de la región Metropolitana en el sector del valle del río Molina, y que además puede ser apreciado en todo el valle central del Maipo, desde Graneros hasta Lampa, además de ser visible también desde las altas cumbres de la zona, hacia la cordillera de la costa.
El misticismo que envuelven las entrañas del Plomo
Este imponente macizo rocoso entraña anécdotas de carácter ancestral, siendo un cerro escogido por los Incas como Apu (guardián), y es catalogado como un santuario, donde en su zona alta se celebró la ceremonia sagrada más importante en la cultura incaica: El Capac Cocha; La evidencia de este evento sagrado, corresponde al hallazgo del niño congelado cauri pacsa.
El día 30 de marzo de 1954, un periódico chileno dio a conocer el descubrimiento arqueológico de relevancia mundial, el cual trata del cuerpo de un niño congelado de 8 o 9 años de edad, que habría sido sacrificado por los incas, en la cumbre de una de las montañas más altas de la cordillera de los Andes, frente a la ciudad de Santiago.
El niño fue hallado en una pirca tapada con piedra y tierra (Figura 1), donde su descubrimiento ocurrió la tarde del 1 de febrero de 1954, cuando los arrieros Luis Ríos Barrueto, Guillermo Chacón Carrasco y Jaime Ríos Abarca removieron material desde la pirca principal, donde se encontraba el cuerpo. En la actualidad, el niño se encuentra en el Museo Nacional de Historia Natural en Santiago, aunque no para su exposición al público, debido a que el Museo adscribe a la convención de UNESCO de no exhibir restos humanos en museos, por respeto a los pueblos originarios.
Cerro el Plomo como sustento y origen de la vida
Por otra parte, con respecto a los recursos hídricos, el cerro El Plomo, abastece de agua generosamente desde sus diversos glaciares al valle central del Mapocho y desde sus glaciares más occidentales y septentrionales a la cuenca del Maipo, el cual primeramente alimenta el río Olivares, afluente principal del río Colorado, donde antes de dejar el valle cordillerano se suma al río Maipo. Hacia su cara sur nace el estero Cepo el cual cambia de nombre a río Molina y en conjunto con el estero Yerba Loca, forman el río Mapocho (Figura 2).
En Chile los glaciares del cerro el Plomo, se encuentran expuestos a ser contaminados por la polución urbana generada en Santiago, lo que trae como consecuencia, la aceleración del derretimiento de los glaciares por la disminución en el efecto albedo, cuyo objetivo es devolver gran parte de la radiación solar a la atmósfera. Esto puede afectar de gran forma a los sistemas glaciares que se encuentran en la zona.
El Plomo posee tres ventisqueros (Figura 3), uno de estos sistemas glaciares es el ventisquero Esmeralda, y corresponde a una de las mayores masas de hielo que cubre la ladera norte de la montaña, siendo su cota más alta los 5400 metros, hasta un mínimo de 4200 metros. El ventisquero es de tipo alpino, formado en una gran depresión rodeada de montañas donde se ha acumulado gran cantidad de hielo, denominado circo. Donde la neviza por efecto de la presión, se recristaliza en profundidad transformándose en hielo. Las aguas provenientes del deshielo de este sistema dan origen al estero Esmeralda, que corre en dirección Este y desemboca en el río Olivares. El ventisquero Esmeralda tiene un ancho de 3.5 km y una longitud de 4 km, con un desnivel entre sus límites de 1900 metros.
El segundo ventisquero corresponde a Los Castaños tiene su límite superior a 5400 metros, descendiendo hasta los 5200 metros, donde desborda una lengua glaciar hacia el sur-este y otras dos menores hacia el oriente, entre el paredón del Plomo y el Morro de Los Castaños, los cuales se catalogan como verdaderos ventisqueros colgantes. Con respecto a sus magnitudes, su ancho es de 1 km por una longitud de 1.7 km, con un desnivel de 1000 metros.
El ventisquero Iver, es el tercer y último sistema glaciar que cubre la mayor parte de la faz sur-oeste del Plomo. Este ventisquero tiene su nivel superior a 5300 metros, y su parte inferior a 4150 metros. Unos 100 metros más abajo se precipita en toda su extensión por una pendiente de más de 50 grados, con un desnivel más o menos de 900 metros. El ventisquero termina en dos lenguas compactas, pero de distintas direcciones de avance, que convergen en un punto en común, que es la zona en donde el hielo se funde, surgiendo de la lengua, con fuerza, un torrente o un río, denominada también zona de ablación. En la parte superior está unido con los ventisqueros Esmeralda y de Los Castaños.
El reconocimiento de estos tres ventisqueros, nos invitan a pensar sobre la importancia de los recursos hídricos que nos ofrecen estas topografías cordilleranas, que unen sus cauces y representan las dos salidas principales del Mapocho y Maipo que alimentan dos regiones de la zona central.
Se puede ver que desde tiempos antiguos, los seres humanos se han adentrado a la cumbre de este cerro tan imponente, el cual posee un valor incalculable tanto para el paisajismo, para los deportistas y sobre todo para los habitantes de las regiones debido al aporte de los recursos hídricos en la zona central.
A continuación, una recopilación de imágenes de personas que han plasmado la esplendorosa vista del Plomo:
Fuentes:
- Krakl T., L., & González F., O. (1957). La Momia del Cerro El Plomo, El cerro El Plomo. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Tomo XXVII(N° 1). https://www.andeshandbook.org/media/documents/LA_MOMIA_DEL_CERRO_EL_PLOMO.pdf
- Mostny. G. (1957). La Momia del Cerro El Plomo, Los Incas en Chile. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Chile 27: 108-112.
Imagen Destacada:
- Cerro El Plomo, región Metropolitana, Chile / © Mauricio Gutiérrez Hurtado. Link ubicación